La cruz de Jesucristo es un símbolo central en el cristianismo, representando la crucifixión y redención según la fe cristiana. Se compone de dos barras perpendiculares, donde la vertical simboliza el tronco y la horizontal los brazos extendidos de Jesucristo. Es un símbolo de salvación, sacrificio y amor divino, recordando el sufrimiento de Jesucristo para expiar los pecados y ofrecer esperanza de resurrección y vida eterna. La cruz es un recordatorio del perdón, la redención y el amor incondicional de Dios hacia sus seguidores.

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Esta figura hecha con marmolina fría, pintada a mano es una obra de arte meticulosamente elaborada que captura la creatividad y habilidad del escultor.

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Esta figura es increíblemente versátil, siendo una adición ideal para hogares, oficinas y hoteles por igual. Su versatilidad lo convierte en el complemento perfecto tanto para encimeras de cocina como para centros de mesa, añadiendo un toque de distinción en cualquier lugar donde se coloque. Además, su refinada elegancia lo convierte en un regalo excepcional para celebraciones especiales como aniversarios, inauguraciones y cumpleaños.

Su capacidad para embellecer distintos espacios es notable; desde escritorios hasta vitrinas, muebles de TV y mesas de café, este accesorio es capaz de elevar la estética de cualquier entorno, aportando sofisticación y estilo en cada rincón donde se presente.