A pocos meses de cumplir 100 años, la Federación Colombiana de Fútbol necesitaba un cambio. Un escudo que con más de 30 años, exigía una renovación, una modernización, una transformación. Una nueva imagen que, sin perder su identidad, comenzara a conectar con los colombianos y los hiciera sentir parte de su esencia, de su historia. Y así comenzó el reto.

Entendimos que esta es una marca que debía inspirar orgullo y sentido de pertenencia. Una marca que aprende de su pasado para comenzar a construir futuro. Una marca que entiende a su gente y que canta con ella en la tribuna.

Así es como decidimos darle una vuelta a la historia, empezando por el pentágono en el centro del balón. Girándolo, conseguimos simbolizar el hogar, la unión, la inclusión, la familia que somos. Darle sentido a esas cinco puntas que representan los cinco pisos térmicos.

Y de esta forma, encontramos ese diferencial que nos une como colombianos; el ritmo. El ritmo no solo en la cancha, sino el ritmo en la afición, el ritmo en la hinchada, en las barras, pero también en las familias, en la música; el ritmo en nuestra sangre… EL RITMO QUE NOS UNE.

Un concepto que tiene en cuenta uno de los objetivos principales de la FCF; incluir y darle mayor relevancia a los equipos y divisiones de la Selección. Así logramos dar un mensaje de ilusión, de esperanza, de optimismo y de inclusión.

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Fuente: https://mellowandbanana.co/caso/federacion-colombiana-de-futbol/#:~:text=El%20concepto&text=As%C3%AD%20es%20como%20decidimos%20darle,representan%20los%20cinco%20pisos%20t%C3%A9rmicos.